Fugaz · Antonio Navarro
Fugaz[1]. Leyendo a Le Breton descubrí el siguiente texto: “El conductor de automóvil es el hombre del olvido: el paisaje desfila a su lado, más allá del parabrisas, sin que él sienta nada, en una especie de anestesia sensorial y de hipnosis con la carretera”.[2] Hacer camino me hipnotiza, me inunda la retina…